No es nuevo, sólo que ahora tiene nombre: 2.0

Es innato a los seres humanos, una necesidad. A los hombres (entiéndase en su género neutro, válido para masculino y femenino) nos gusta poner nombres a las cosas. Internet, una invención humana (digna de ser declarada una de las Maravillas del Mundo), no se escapa a ese imperativo. Necesitamos definirlo, estudiarlo, investigarlo y asignarle etiquetas.

A veces los nombres llegan tarde ¿o es que Internet 1.0 se llamaba así antes de que apareciese la denominación 2.0? La distancia nos dio la visión suficiente para entender cómo era la red hace unos años. Quizá suceda lo mismo con el 2.0. (3.0 o lo que venga). Necesitamos lejanía para poder verlo (y entenderlo) en su totalidad.

Y en esas estamos. Dándonos cuenta de cosas. Por ejemplo, el diálogo en Internet no es exclusivo del 2.0. Trasladémonos a 2004. Aquel año de 11M, Felipe y Leticia (don y doña para los puristas) se daban el sí quiero en la Boda Real, Alejandro Sanz nos cantaba por primera vez “No es lo mismo”, y en España se producía la primera huelga de Internet (ahí quería llegar).

Si la España de Internet es pionera en algo es en eso de las protestas. Ya teníamos un precedente. El primero a nivel mundial. A finales de los 90 asistimos a la primera movilización colectiva de internautas. ¿Su objetivo? Boicotear la política de tarifas de Telefónica. Pero vayamos a la huelga, a la de las pancartas de 2004.

Corría el mes de noviembre. eBay, con quienes tuvimos la suerte de trabajar durante largos años, nos acababa de enviar un mensaje, “Chicos, tenemos un problema*. Nuestros usuarios han convocado una huelga” (*Recreación ficticia basada en hecho reales). Inaudito. No había ningún caso en España. Por primera vez un grupo de internautas se reunían (de forma online) para llevar a cabo una huelga en Internet, algo que hasta entonces sólo era propio de las calles.

Efectivamente, teníamos un problema y una oportunidad (me quedo con lo positivo): Gestionar la primera (o segunda si contamos el boicot contra Telefónica) huelga en Internet de España. Primer paso: Investigar. Se monitorizaron todos los medios, canales y fuentes de información a velocidad de vértigo. En estos casos, el tiempo es crucial para el éxito. Nos faltaban horas, minutos para poder responder con efectividad. La huelga estaba muy avanzada. Los usuarios se habían pronunciado en foros y blogs. El propio foro de eBay contaba ya con usuarios que se sumaban a las protestas. Acababan de aparecer las primeras noticias en prensa.

Casi simultáneamente, dimos forma al mensaje oficial y consensuamos con los portavoces de eBay cuál sería la voz de la compañía. Siguiente paso, dialogar. Se escuchó a los usuarios, se les dejó hablar. eBay dejó de ser eBay, se le puso nombre y apellidos, mostró su rostro humano para poder conversar. ¿Acaso esto (dialogar) no es 2.0 también? Sigamos. De la misma manera, logramos contactar con todos y cada uno de los periodistas que escribían sobre la huelga. En el 99% de los casos, aceptaron escuchar a eBay y cambiaron su punto de vista (su enfoque informativo) tras conversar con la compañía. Pudieron contrastar las noticias y ofrecer información más completa.

A la semana, no se hablaba de la huelga. Ni en medios. Ni en foros. Ni en blogs. Prevaleció el diálogo y la voluntad de eBay de escuchar a los que hacen grande su plataforma: Las personas que forman parte de ella. Quizá, por aquella experiencia, no me sorprenden noticias como la protesta de los usuarios de Facebook y todo lo que vino después. Porque no es nuevo. Sólo que ahora tiene nombre, 2.0.

Diego Rivera