Hoy en día, la mayoría de las decisiones de compra se forjan después de consultar en internet las diferentes opciones disponibles: viajes, coches, electrónica, inmuebles, libros, etc. Así, los usuarios de internet consultamos las opiniones de otros usuarios para madurar nuestras decisiones de compra, contrastamos diferentes fuentes de información y realizamos comparativas entre productos desde la comodidad de nuestros hogares sin soportar la presión de un comercial.
Puede que la compra se realice de forma online o de manera offline, pero cuando llegamos al punto de venta es muy posible que conozcamos el producto que vamos a adquirir, mejor que el propio vendedor [en el supuesto de existir tal intermediación humana]
Por tanto, resulta vital disponer de una adecuada presencia, influencia, notoriedad y reputación allí donde los usuarios se apoyan para tomar la decisión de compra: en internet
De esta forma, las reglas han cambiado, los usuarios ya no nos creemos a pie juntillas lo que nos dicen las empresas a través de la publicidad, el marketing directo o los promotores en el punto de compra. Eso se acabó…